pablo-leyPablo Ley, dramaturgo. Licenciado en Historia del Arte. Jefe del departamento de Dramaturgia y Dirección en la Escuela Superior de Arte Dramático Eolia. Fundador, con Josep Galindo, de la compañía Proyecto Galilei.

Hace muchos años que tenía ganas de hacer una versión libre del personaje de Juana de Arco. Casi como un capricho de niño adulto, siempre he querido jugar en el escenario con una armadura de verdad, una espada de verdad y con mucha sangre de mentira (mucho salsa de tomate, Literalmente). La figura de Juana de Arco, su extraña locura que la hace creer en contacto con santos y arcángeles, me parece sencillamente fascinante. Conocía, además, los procesos que la condenaron a la hoguera y, a continuación, la rehabilitaron (recogidos por Georges i Andrée Duby).

Había leído algunas de las biografías (Michelet, Vita SackvilleWest, Mary Gordon). Había visto algunas películas (la de Carl Theodor Dreyer, Por ejemplo, que tiene el aliciente añadido de tener entre sus intérpretes a Antonin Artaud). Y lo había intentado en más de una ocasión, siempre que me encontraba con alguna actriz de la que pensaba que podía encarnar una Juana de Arco, porque es cierto que Juana de Arco necesita alguien que se integre con el personaje de forma natural, sin tener que esforzarse. Pero siempre, por alguna u otra razón, había terminado aparcando el proyecto para más adelante.

joanna-batalla-campal-eoliaLas cosas, de hecho, llegan cuando tienen que llegar. Y es así como, cuando la Raquel Ferri me propuso hacer algo juntos, de forma casi instantánea vi en su alegría y espontaneidad una Juana de Arco de una naturalidad transparente. Pero tenía ganas de hacer un trabajo que se saliera de la Juana de Arco histórica, el mito francés que hace hincapié en la Edad Media y en la constitución mítica de una Nación. Tampoco quería abordar su vertiente mística y romántica, ni intentar la lectura psicológica que hace de ella un personaje alucinado. Quería explorar la condición infantil de una Juana de Arco que fuera posible en el siglo XXI.

Es así como pedí ayuda a Xavi Gamazo (Compositor y músico con quien he trabajado en más de una ocasión) y Ester Villamor (Actriz y directora a quien, como profesor, tengo el placer de acompañar en esta puesta en escena) para comenzar un trabajo de exploración del material biográfico de la propia Raquel Ferry con el objetivo de trenzar las dos historias -la de Juana de Arco y la de Raquel Ferri- en un solo impulso. Y así empezamos, en septiembre de 2014, con improvisaciones. Recuerdos de la infancia, para empezar ... desde el principio ... el primer recuerdo, la felicidad de la niña crecida sin preocupaciones en un pequeño pueblo valenciano, Montaverner, los juegos, los Reyes Magos, la abuela (o la uela, Como dice ella en valenciano), el pueblo. Y, poco a poco, el juego inocente de sentir unas voces que le hablan. Que le piden que salve al mundo. Que le dan alas, literalmente, para volar hacia la lucha contra las fuerzas del mal.

joanna-batalla-campal-equipoRaquel Ferri, Xavi Gamazo, Ester Villamor y yo mismo hemos explorado, a través de estas improvisaciones, la forma y el fondo emocional del espectáculo antes de escribir el texto. Hemos descubierto la personalidad, la frágil psicología de nuestra Juana de Arco. Hemos descubierto su lenguaje escénico, que es el lenguaje de los niños cuando se inventan el mundo de sus aventuras. Hemos visto ya los primeros bocetos de cada una de las escenas -moments, a veces, de una sensibilidad emocional delicadísima y que haremos todo lo posible para preservar en la versión definitiva- que nos permitirán explicar la historia que queremos contar: la salida del pueblo, la batalla, el juicio, la ejecución, el ascenso hacia la luz.

Es así como nace Juana 2015 Batalla Campal. Una batalla campal contra los males del mundo actual. Con la misma energía y la misma inocencia de Juana de Arco que, con 17 años, liberó la ciudad de Orleans el 1429. Pero hoy. Ahora mismo. En este mundo global, complicado, que todavía tantos retos al mismo tiempo que, si no se le ayuda con la energía de una verdadera Juana de Arco contemporánea, seguramente nunca encontrará una salida.

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