"LA CANCIÓN DE SIEMPRE" audición de musical de las alumnas de 4º dirigidas por Albert Mora en el Teatro Eòlia.

“LA CANCIÓN DE SIEMPRE” audición de musical de las alumnas de 4º dirigidas por Albert Mora en el Teatro Eòlia.

¿Qué lo hace que son aquellas canciones sencillas oídas en la cuna las que más me conmueven? ¿Qué hace que siempre quiero volver a casa, incluso, cuando el camino ya se ha borrado? ¿Qué lo hace que ame mi tierra como el bebé ama el latido de su madre?

Y, sin embargo, ¿por qué me comporto en mi casa como un forastero, que llega de noche para arrancar de la tierra lo que desea? ¿Por qué trato a mi madre, la tierra, como un objeto que se puede comprar, utilizar y vender? ¿Por qué piso las cenizas de mis padres y robo el pan de mis hijos?

¿Por qué todo el mundo trabaja para entristecer el mundo, hoy en día? Que cada invento que hacen los hombres es para llevar la tristeza más deprisa, por cordeles, por el aire, por todas partes; que el hombre aprende todas las lenguas para encomendar la tristeza de más formas diferentes; ¿que corre aventurado como el viento para llevar más bien la mala nueva? ¿Que querrían unirnos a una máquina y hacernos máquina, y ponernos transmisiones por nervios, y caldera por corazón, y de lo que llamamos espíritu hacer un reloj automático?

Qué clase de vida llevo en esta ciudad si sale el sol, se pone, se viste el día, sin que yo me dé cuenta; si la noche se llena de estrellas, y no las veo; si allí de allí deben florecer los árboles, ¿y no se abre ni una flor a mis ojos?

La sopa está lista. Todo el mundo ya está en casa. Descalce y entra. En la mesa ya se han sentado todos los compañeros: el chico del Poble Sec, Rusiñol, Sagarra, Rodoreda, Capmany… también se ha presentado un poeta andaluz, una corista del Paralelo, un francés lunático y, incluso, una cabeza india desterrada. Aquí acogemos a todo el mundo. Hemos puesto un ramo de flores en la mesa, que no sólo de pan vive el hombre. Siéntese y empezaremos. Coma poco a poco, la digestión comienza en las orejas! Que vaya a gusto. ¡Buen provecho!